Desde la primera escucha de “Héritage”, el esperado cuarto álbum de Songhoy Blues, queda claro que la banda de rock de cuatro integrantes del norte de Mali se encuentra en una nueva perspectiva, adentrándose en una reinvención más acústica y creativa del estilo "desert blues" que los ha catapultado a la fama mundial. Durante más de una década, cuando no están de gira, los cuatro miembros de Songhoy Blues, tres de ellos originarios del norte, han residido en Bamako, capital de Mali, sin poder regresar a su tierra natal, donde los músicos corren un grave peligro de muerte debido al fanatismo religioso que considera la música como "haram" (un pecado). Carismáticos, elocuentes y creativos, la banda irrumpió en la escena en 2013 con un estilo potente y una forma de tocar el escenario que en su día se describió como "Tibuktu Punk". Sus canciones abordan temas de la vida y el amor en Mali, y se basan en escalas de cinco notas, ritmos rockeros, voces ásperas y una guitarra brillante. Estos elementos están siempre presentes en su nuevo álbum Héritage, pero con un ritmo más íntimo entrelazado con otros sonidos de diferentes tradiciones étnicas de todo el país. La experiencia de estar en Bamako, un crisol de música, ha llevado a Songhoy Blues a replantear su propia comprensión del concepto de tradición. No proviene de una sola fuente. Héritage fue grabado en Remote Records Studio y Studio Moffou en Bamako, con el productor Paul Chandler, y se nutre de la notable riqueza del talento musical de la ciudad. El álbum presenta nuevas composiciones y reelaboraciones de viejos clásicos. Está infundido con los sonidos etéreos de varios instrumentos tradicionales, todo en manos de grandes maestros malienses. Héritage es una escucha compulsiva para los fanáticos de Songhoy Blues, en casa y en el extranjero, y más ampliamente, los fanáticos del blues del desierto, el rock o simplemente la buena música.
En su nuevo álbum “Watersong” (ECM), la cantante y compositora griega Savina Yannatou explora el tema del agua con sus canciones. En el espectáculo en directo participarán el conjunto Primavera en Salónico y la cantante tunecina Lamia Bedioui. Los instrumentos involucrados dan una idea de cuán orgánica y conmovedora suena la música: Quanun (cítara oriental), oud, acordeón, ney (flauta oriental), violín, bajo y percusión. Acompañan las voces en un enfoque contemporáneo del material, que amplía los aspectos tradicionales con arreglos lúdicos e improvisación libre.
Se mezclan canciones tradicionales y canciones renacentistas de diferentes países y cuentan historias sobre el agua y su poder sobre la vida: el agua puede dar y recibir. Son piezas en variedad de idiomas que transmiten conocimientos sobre el agua en relación con la vida y la muerte, el anhelo y la purificación, la fertilidad y la magia. El mundo del desierto cobra vida a través de canciones en dialectos árabes y beduinos de Lamia Bedioui con su característico timbre vocal. El resultado de estas mezclas es el sonido único de Savina Yannatou & Primavera en Salonico, que ha crecido y se ha perfeccionado a lo largo de 25 años de colaboración continua.