Un buen programa! O al menos así lo veo yo, el padre de la criatura. Empezamos presentando “The traveller” el último CD de Baaba Maal, un senegalés que aúna los ritmos africanos y la música negra
con un acierto bárbaro. Eran varios los años esperando el Cd que ha llegado hace solo unos meses.
Pero Baaba Maal no está solo. “Maletak” es el último Cd de Kepa Junkera, un disco diverso, un disco inspirado, con aromas y perfumes muy variados. Y con la trikitixa, acordeón diatónico, que el folklore vasco hace unas cuantas décadas.
Ritmos y canciones desde Euskadi y con la colaboración de músicos locales y del folk de toda la península.
Mucho placer personal de pasearme, aunque solo sea musicalmente, por Euskadi depositaria de una parte de mi corazoncito.
Africa, Senegal, siempre magia.
Y no diré más.
Hoy tenemos dos discos que, cómo no, valen la pena. Por un lado desde Guinea nos llega Ba Cissoko. Nos presenta un CD “Djeli” un Cd a medio camino de África y Francia. La kora más inspirada. Este es su quinto Cd de un músico que sin prisa pero sin pausa está construyendo una carrera sólida y atractiva.
Su comicidad netamente popular, muchas veces picante como ya os he dicho, se encomienda a todo tipo de públicos haciéndolos reír de gusto y pasar ratos francamente divertidas.
Pero no acaba ahí el programa. La segunda parte está dedicada a la gran artista valenciana, y del mundo claro que sí, Mara Aranda. Mara publicó el pasado 2015 este cd, “Mare Vostrum”, con la intención de celebrar los 25 años sobre los escenarios. El resultado, ya lo podréis comprobar es un álbum maravilloso. Mediterráneo a tope, un mar que siempre nos unió más que separarnos.
La tragedia del pueblo saharaui, abandonado y traicionado por todos los Gobiernos españoles, siempre ha tenido quien le cante. Pero nadie lo ha hecho con la fantástica calidad y enorme repercusión internacional como la polifacética Aziza Brahim. Solo Mariem Hassan, muerta el año pasado, alcanzó tanta difusión. Este año ha publicado “Abbar el Hamada”, un disco impregnado de reivindicación, esperanza y, ¿por qué no?, alegría.
Es una ciudad imposible. Una ciudad que reta la lógica. Construir una ciudad por debajo del nivel del mar? Construir una ciudad por debajo del nivel del mar en una zona azotada por los huracanes? Estos romanos están locos diría Obélix.
